Ha vuelto a ocurrir, aunque esta vez en sentido contrario al recorrido que completó un niño de solo cuatro años el verano pasado. Fue andando desde una playa de Rota a otra de Chipiona, mientras recogía conchas.
Este jueves por la tarde, la Policía Local del municipio chipionero compartía en sus redes sociales una historia muy parecida, con la diferencia de la edad, así como del punto de origen y destino.
Samira, una pequeña de ocho años, "se despistó de sus papás y decidió caminar para Rota", cuentan los agentes para empezar el relato que tuvo un buen desenlace: "Nos gustan los finales felices".
La menor emprendió su camino por la arena y la costa gaditana tiene esta particularidad: empiezas a andar sin mirar atrás y puedes desplazarte de un pueblo a otro sin ningún obstáculo.
Ocurre, por ejemplo, de Cádiz a San Fernando y de este último municipio al poblado de Sancti Petri. Volviendo al caso de Samira, sus padres alertaron del extravío.
Entonces, "se movilizó a todos los efectivos disponibles", apuntan los policías municipales, que desconocían que se había podido ir a Rota. Miembros de Protección Civil de esta localidad la encontraron.
Fue "40 minutos después del aviso" de sus progenitores y a unos cinco kilómetros de distancia (por la playa) de donde la habían perdido de vista.
La niña estaba "sana y feliz, sin ser demasiado consciente del susto" que metió en el cuerpo a su familia. En una imagen compartida por los agentes aparece la menor con cuatro de ellos y tres socorristas.
Fátima, su madre, ha agradecido a los que ayudaron a dar con su paradero, en un comentario a la publicación. "Qué mal rato hemos pasado", reconoce.