Con su metro y medio de estatura, la malagueña Ana Alicia Ruiz pisa fuerte la pasarela desde hace casi diez años... pero le ha costado. Lejos del 1,76 mínimo que suelen lucir las modelos, la mayoría de las veces la echaban para atrás en los castings. "Y eso cuando me dejaban hacer las pruebas", cuenta a NIUS "porque a veces ni eso".
Pero con cada "no" que le dijeron, la hicieron más grande y así un día se plantó en Sevilla ante los organizadores de la Mercedes Benz Fashion Week, que la cogieron sin pensárselo dos veces. Así despegó una carrera que el próximo mes de noviembre la llevará a representar a España en el certamen de Miss Europa Continental a sus 32 años.
Rompiendo moldes desde el principio, la malagueña decidió crear su propia escuela de modelos inclusiva. "Quería luchar por la diversidad sobre la pasarela", dice Ana Alicia. Empezó reuniendo a otras modelos que conocía y que como ella solían ser rechazadas una y otra vez en los castings. "Eran modelos de estatura baja o de tallas grandes que no cumplían los cánones de belleza", cuenta a NIUS.
Poco a poco la Escuela de Modelos Ana Alicia Ruiz de Alhaurín de la Torre fue creciendo. Y desde entonces por sus aulas han pasado alrededor de 200 alumnos que por primera vez se permitieron soñar con desfilar, entre ellos, gente mayor, jóvenes con síndrome de Down, chicos con cojera o personas en silla de ruedas.
Es el caso de María Jesús Valenzuela, de Córdoba. "Me llamó y me dijo que era tetrapléjica y que quería ser modelo", cuenta Ana Alicia, que enseguida la aceptó en su escuela. La joven, que ya ha hecho varias sesiones de fotos, solo puede mover su cabeza y maneja el mando de la silla con su barbilla. "Tiene mucho mérito", dice orgullosa, "pero ejecuta sus pasos con la silla como los demás lo hacen caminando".
Nieves, también en silla de ruedas y con casi 50 años, es otra de las apuestas de Ana Alicia. La conoció durante un casting que realizó entre los vecinos de la Colonia de Santa Inés en Málaga mientras preparaba la Urban Fashion Teatinos. Después de unas cuantas clases, Nieves encabezó el desfile por una interminable pasarela de 360 metros de longitud.
"Les ayudamos a superar algunos de sus miedos y complejos", cuenta Ana Alicia, "tengo chicas que consideraban que eran feas y ahora lucen sin miedo y con mucha seguridad". El resultado de su paso por esta escuela brilla dentro y fuera de la pasarela. "Trabajamos mucho la actitud, que es muy importante y no solo para desfilar".
Algunos de sus alumnos han dado el salto y ahora trabajan en importantes agencias, como es el caso de David Márquez, con una cojera en una pierna. Tras su paso por la escuela, ha sido modelo para diseñadores como Felix Ramírez o María Lafuente. "Primero los formo", dice Ana Alicia, "y luego les ayudo a busco trabajo recomendándoles agencias de modelos".
Poco a poco, su filosofía va calando y cada vez más eventos cuentan con sus modelos. "Está cambiando un poco, antes las cremas antiarrugas las anunciaban chicas de 18 años y era surrealista". Ahora la edad, la estatura, la talla o la diversidad funcional se suben cada vez más a la pasarela de la mano de esta malagueña que lleva años reinventando la belleza.