Conchi 'reencuentra' al abuelo Juan 60 años después en el DNI guardado entre unas rimas de Bécquer

Solo querían mover una estantería y acabaron removiendo la historia de toda una familia de Granada. Porque cuando Inés Espejo empezó a desalojar los libros del mueble, de las 'Rimas y Leyendas' de Bécquer salió todo un misterio. Entre sus páginas apareció el DNI de Juan Sánchez Martín, un vecino de Granada nacido en 1898. 

"No sabía quién era, ni me sonaba su cara, ni su nombre", dice Inés. Aun así, intentó buscar el domicilio que aparecía en el documento, pero la calle que figuraba ni siquiera existía ya. La otra pista era el libro, pero Inés no recordaba haberlo comprado y nadie de su familia sabía cómo había llegado hasta su casa. Parecía un callejón sin salida.

"Mi hermano y mi padre son grandes lectores", explica Inés, "así que supusimos que lo habían comprado de segunda mano". Pero se equivocaban, el libro había llegado a su casa en una caja con otros objetos. Fue hace casi una década, cuando una compañera del trabajo de su madre se estaba deshaciendo de algunas cosas repartiéndolas entre conocidos.

"Lo descubrimos porque en el libro había una ficha del Círculo de Lectores de 1975", explica Inés, que inmediatamente llamó a su dueña. Al otro lado del teléfono Conchi Vico no podía creérselo. Su abuelo falleció cuando ella solo tenía ocho años y la única foto que conservaba de él era la de su boda, hace ya casi un siglo, donde la cara de Juan estaba ya borrada.

Una foto para el recuerdo

"Me puso muy contenta porque por fin podría verlo de nuevo", dice Conchi, que tan solo guarda de su abuelo el recuerdo de cuando ella era una niña. "Tengo en la memoria la imagen de un hombre muy guapo", cuenta a NIUS, "la foto del DNI no le hace justicia".

Juan Sánchez Martin había nacido en el seno de una familia pudiente de Sorvilán, en Granada. Tenían varias bodegas en las que trabajaban el vino. Al poco, se mudó a Granada y allí llegó a comprar un edificio entero de la céntrica calle Elvira, "pero se arruinaron", dice Conchi. Después de aquello Juan se fue a vivir a Armilla, donde se hizo el DNI encontrado poco antes de morir, cuando tenía 65 años.

Sin embargo, Conchi nunca había visto ese DNI. Tampoco sabía que su madre lo guardaba entre las páginas de aquel libro de Bécquer que estaba en su casa. "Nunca me dio por coger ese libro porque Bécquer me parecía muy ñoño", dice Conchi, "yo soy más de Machado". Y así lo metió en una caja y lo entregó sin saber que estaba regalando la única foto de su abuelo.

Al volver a encontrarse frente a frente con la imagen de su abuelo, Conchi no puedo evitar echarse a llorar. "Ahora tengo una imagen de mi abuelo para ver cuando yo quiera", dice su nieta, "para mi ha sido volver a encontrar a ese abuelo que prácticamente no conocí".

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