De "una forma mágica", Isaac Pérez, profesor de la Universidad de Granada, ha querido finalizar un proyecto basado en Harry Potter. Sus alumnos de la asignatura Fundamentos de la Educación Física de la Facultad de Deporte se han sorprendido con el resultado.
Nada más y nada menos que una orla audiovisual en movimiento. "La idea era hacer un guiño a los cuadros que aparecen en las películas, en los que sus personajes se mueven", ha explicado a NIUS. Con él han colaborado Carmen, una doctoranda, y Pepe Mora, otro docente.
Los estudiantes han calificado la creativa propuesta como "una pasada". Según se puede ver en el montaje final, sale cada uno vestido con la indumentaria típica de los aprendices de magos en Hogwarts. Además, haciendo gestos con las manos o las varitas.
No falta la música de la banda sonora original, que se escucha al mismo tiempo que se reproduce la orla. "Tenías que ver las caras de los alumnos al verla proyectada en grande, ahí se aprecia bien. Fliparon", ha reconocido Isaac.
"Se la he enviado a todos para que la tengan de recuerdo de la aventura", ha añadido. Los propios protagonistas la han compartido en redes sociales, reaccionando con palabras como: "La mejor experiencia de mi vida" o "¡Qué barbaridad!'.
Para el docente se han sucedido los halagos, tanto de estudiantes como de otros profesores. Carmen le ha dado las gracias "por hacerla posible, generando pura magia con el cuidado de los detalles".
"Está absolutamente bestial", califica Ingrid, mientras que Alberto admite que es una "fantasía". Ambos docentes se han sumado a los comentarios de unos universitarios que están muy contentos con la "probablemente mejor orla del curso".
Respecto al proyecto, Isaac apunta que "las valoraciones finales son increíbles" y destaca "no solo la mejora a nivel formativo, sino también a nivel personal" de los alumnos. ¿En qué consistía exactamente el trabajo?
‘Harry Potter: El Legado de Dumbledore’ se inspira en el universo mágico y había adaptado los principales elementos de la saga al ámbito educativo. De esta manera, se partía de la idea de que la escuela de Hogwarts se reabre para formar por primera vez a muggles.
Es decir, estudiantes que pueden desarrollar su potencial ‘mágico’ con esfuerzo, ilusión y compromiso. El objetivo era generar en ellos todo eso que la magia logra: curiosidad, asombro, emoción, etcétera.
Así que si aprovechaban bien su paso por el centro, mejoraban a nivel formativo y personal para convertirse el día de mañana en docentes que alumbren el proceso de aprendizaje de su alumnado.
Utilizaba los enormes paralelismos que se dan en la realidad y en la película para, por ejemplo, transformar contenidos del currículo de Educación Física en llamativos y motivantes. A través de presentaciones interactivas, la edición de vídeo o el potencial de los juegos de mesa.
Sin duda, la originalidad del proyecto y su cercanía con la exitosa saga ha bordeado los límites de la imaginación. "También hicimos la ceremonia del sombrero seleccionador con un audio personalizado para los más de 50 alumnos", cuenta Isaac.
Además de recrear "la sección prohibida de la biblioteca de Hogwarts" o de entregar "la carta de acceso a la escuela a algunos en su propia casa, gracias a un antiguo alumno que hizo de Hagrid". El profesor admite que son ejemplos que se suman a "muchas más cosas" vinculadas a Harry Potter.