Su familia está desesperada a un lado y otro del océano. José Jarquin, conocido como Chepito, es de Nicaragua pero lleva año y medio en España, concretamente en Sevilla donde trabaja y reside. El pasado 20 de mayo se le perdió la pista en el barrio de la Macarena. “Fue a un cumpleaños en un bar y sobre las once de la noche se despidió”, cuenta a NIUS su hermana, Albaluz.
Fue la última vez que lo vieron. Al día siguiente, llamaron a su hermana desde el trabajo porque no había acudido. Ese mismo día, pusieron la denuncia de su desaparición. “Estoy convencida de que está retenido o le ha pasado algo”, asegura su herNmana que cree firmemente en que no ha sido una desaparición voluntaria.
La última vez que fue visto en el bar La Morena vestía camisa de cuadros azul y blanca, pantalón vaquero negro, botas y una gorra negra. Su foto aparece en los más de 2.500 carteles que hay repartidos por Sevilla y alrededores. Amigos y familiares se han organizado para distribuirlos por calles y negocios con el fin de que alguien pueda aportar alguna pista.
Chepito tiene 38 años y tres hijos pequeños en su país. El pequeño de apenas un año. Estaba planeando su vuelta en unos meses. “Tenemos a nuestro padre enfermo y él iba a ir a cuidarlo. Estaba pendiente de cobrar el sueldo para irse”, explica su hermana que segura que son una familia unida. “Nos lo contamos todo”, insiste.
Su hermano llevaba encima la cartera pero no su pasaporte, también el teléfono móvil que, durante los quince primeros días, daba señal. Después, se apagó. Albaluz no pierde la esperanza de que aparezca pronto sano y salvo.