Simeón es un galgo de tres años que no ha tenido una vida fácil y al que la solidaridad de cientos de personas le ha dado una segunda oportunidad. Hace seis meses lo encontraron deambulando, abandonado. “Probablemente algún cazador lo había desechado”, cuenta a NIUS Rocío Arrabal, directora de la Fundación Benjamín Mehnert, dedicada al rescate, la recuperación y la reubicación de esta raza tan maltratada.
Porque este “adorable” galgo sufría una lesión que le impedía andar bien. “Movía las patas sin coordinación”, explica. Tras hacerle una resonancia magnética, descubrieron que tenía una “protusión entre dos vértebras que presionaba la médula, causándole la hipermetría en sus patas”.
Un daño neuronal que, “con toda seguridad, iba a dejarlo tetrapléjico”. La única esperanza: una costosa y delicada cirugía de casi 3.000 euros. La fundación, que tiene su sede en Sevilla, y vive un momento “crítico”, no podía hacer frente al gasto por lo que decidían poner en marcha su maquinaria de solidaridad para salvar, una vez más, a Simeón.
La respuesta, “abrumadora”, reconoce su directora, con las aportaciones de cientos de personas. “Ha sido granito tras granito, incluso de fuera de España, de toda Europa”, apunta Arrabal. En apenas unas semanas, han conseguido reunir el dinero necesario para las pruebas previas, intervención, hospitalización y posterior rehabilitación.
“Ha sido un éxito. Le han quitado el disco dañado y le han puesto una placa para estabilizar esa zona de las cervicales”, explica. Ahora Simeón está en reposo absoluto. “Muy molesto y con toda la analgesia posible”. Por delante aún, un largo camino de rehabilitación.
Una vez recuperado, estará listo para ser adoptado por una familia que quiera darle todo el amor que se merece. “Es un perro muy bueno y cariñoso que busca constantemente el contacto con las personas”, dice su cuidadora que espera que, dentro de poco, una vez más Simeón vuelva a contar con la solidaridad de alguien que quiera hacerse cargo de él.