Hace dos meses que Oddie no está. Paseaba con su dueña de 12 años por las inmediaciones de su edificio, en Jerez de la Frontera (Cádiz), cuando un hombre que se tropezó levemente con la correa, lo mató a golpes. Lo pateó y pisó. Todo delante de la pequeña que llegó a su casa ensangrentada y sosteniendo en brazos al animal, ya muerto.
Desde entonces, nada es igual en esta familia. “Era uno más, lo echamos mucho de menos”, explica a NIUS Ana María, madre de la menor. Oddie llegó a este hogar con apenas nueve meses y lo han cuidado durante nueve años. La pequeña, que vivió uno de los episodios más traumáticos de su vida, sigue afectada. “A veces se aísla y se queda como ausente porque lo recuerda todo. También se despierta gritando, en mitad de la noche, porque cree que tiene las manos llenas de sangre”, lamenta su madre.
La menor ha recibido asistencia psicológica y, por recomendación de los profesionales, tiene una nueva mascota que le está haciendo más llevadero el dolor. “Parece que está mejor y le ayuda a tener la cabeza en otra parte, aunque siempre recuerda a Oddie”, nos explica Ana María.
Un proceso de duelo al que no ayuda el hecho de que el agresor viva a menos de 500 metros de la familia. “Mis hijas se lo han llegado a encontrar por la calle y han llegado a casa temblando”, asegura esta madre que espera que el próximo 11 de julio, fecha en la que está previsto el juicio, se haga justicia y recaiga sobre él la máxima pena.
Una campaña de recogida de firmas, impulsada por un particular en Change.org, acumula casi 50.000 apoyos. “No al maltrato animal, no a la impunidad de asesinos y maltratadores", reclama la iniciativa, que pide leyes más severas contra los autores de maltrato animal. El acusado tenía 17 antecedentes previos, algunos por este motivo.
Al no estar en vigor aún la Ley de Bienestar Animal, conocida como Ley Belarra, se le juzgará como presunto autor de un delito agravado de maltrato animal, recogido en el artículo 337 del Código Penal, cuyo tipo agravado cuenta con penas de carcel de 6 a 18 meses e inhabilitación especial de 2 a 4 años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos. En caso de haber estado en vigor la nueva ley, la pena de cárcel máxima se aumentaría hasta los 36 meses de condena privativa de libertad.