Los músicos de Semana Santa están hartos de la gente que se cruza mientras tocan: "Por la banda no se pasa"

Cuando pasan las imágenes de Semana Santa el tiempo se detiene, nadie se atreve a moverse y el respeto inunda la calle... pero es pasar la banda y entran las prisas. "Saben que somos los últimos de la procesión", dice Humberto López, músico de la Banda Municipal de Mairena del Alcor. Por eso cuando ellos pasan, hay quien ya quiere marcharse en busca de otro paso.

El problema es que en su huida a muchos no les importa cruzarse por medio de la banda de música y eso tiene sus consecuencias... desde golpes, hasta músicos heridos pasando por instrumentos rotos. Por eso algunas agrupaciones musicales ya se han cansado y han dicho basta, "por la banda no se pasa".

Esta Semana Santa le ha pasado a Humberto. "El otro día iba tocando la trompa cuando un hombre se cruzó y le dio un golpe fuerte", dice el músico. El golpe a la trompa se lo llevó Humberto en la boca que enseguida empezó a sangrar. Aún quedaban seis horas de procesión y tuvo que abandonar. "No pude volver a tocar en todo el recorrido y dejé a los compañeros cojos". 

La historia no es nueva, se repite cada año y los músicos ya lo saben. Van en alerta cada vez que se estrecha una calle, con un ojo puesto en la partitura y el otro en el público que puede cruzarse. "No es la mejor manera de ir tocando", se lamenta Humberto, "deberíamos estar concentrados solo en el papel".

Para evitar que la gente se cruce las bandas suelen poner en primera fila a los músicos de percusión. "No tienen la boca ocupada con ningún instrumento", explica el músico, "así que pueden hablar y pedir a la gente que vayan abriendo espacio". Es solo la primera medida de una serie de trucos que no siempre funcionan.

"Por ejemplo cuando la banda deja de tocar intentamos hacer una pequeña barrera para que la gente no se cruce". Sin embargo, la impaciencia de algunos a veces lleva a situaciones complicadas. "Cuando intentan cruzar y los paramos, muchos siguen intentándolo y hasta nos insultan", se queja Humberto.

Su banda está formada por 80 músicos repartidos en filas de cuatro, es decir, "que en un minuto ya hemos pasado", explica Humberto, "no es más". Sin embargo, pueden más las prisas de algunas personas capaces de estar en el mismo sitio durante horas para ver una imagen... e incapaces de esperar poco más de un minuto para que pase la banda. 

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