Roban a Alba, una niña ciega de Sevilla, su ordenador adaptado: “Es como sus ojos en clase”
El portátil lleva incorporado un teclado braille y programas especiales adaptados a las necesidades de este niña de 11 años con ceguera total
Lo sustrajeron del coche de su madre el pasado martes, a plena luz del día
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Alba tiene 11 años y ceguera total desde que nació. Esta pequeña luchadora lleva toda su vida rompiendo barreras. Va al colegio, patina, monta en bici. Lo normal de una niña de su edad. Sin embargo, el pasado martes le arrebataron algo que, para su día a día, es fundamental: su ordenador portátil. No uno cualquiera, el de Alba está adaptado y lleva un teclado braille incorporado.
“Lo olvidamos dentro del coche mientras estábamos comiendo en casa para volver a salir y, en ese rato, nos rompieron el cristal y se lo llevaron en el maletín”, explica a NIUS Silvia, su madre. A Alba se le cayó el mundo encima. “Se hartó de llorar. Tiene ahí todos sus trabajos y, para ella, es vital, tanto en el colegio como en casa para estudiar y hacer los deberes”, señala.
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Además, esta alumna aplicada y trabajadora está en un momento clave del curso. “Ya el año que viene va al instituto y la estaban preparando para que tuviera más soltura con el ordenador porque la Secundaria es diferente”, cuenta Silvia.
Está valorado en 1.500 euros
El portátil no solo lleva incorporada una línea braille, también programas específicos para personas con discapacidad visual. Solo esta adaptación, que financia la Fundación ONCE, ronda los 1.500 euros. Su madre, insiste: solo ella puede darle uso. “No lo puede utilizar cualquier persona, está adaptado a las necesidades de estos niños. Al que se lo haya llevado no le va a servir para nada”, se lamenta esta madre.
Para ella, sin embargo, lo es todo. “Son sus ojos”, asegura. Ahora ha tenido que volver a utilizar una antigua máquina Perkins para tomar apuntes. “Tiene menos teclas, pesa mucho y molesta en clase porque hace ruido”, apunta Silvia que puso la denuncia el mismo día de la sustracción pero, de momento, no ha tenido noticias. Por eso, hace un llamamiento. “Si alguien lo ve, que lo denuncie”, pide. El día a día de Alba depende de ello.