Montalbán de Córdoba se vuelca con un pequeño con discapacidad al que un cura echó de misa por llamarle 'papa' en voz alta
El pequeño llama 'papa' al párroco titular del pueblo que en ese momento estaba siendo sustituido por un nuevo sacerdote
El pequeño padece una enfermedad rara y solo es capaz de emitir sonidos o decir palabras sueltas
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El hijo de José Antonio tiene siete años y le falta uno para hacer la comunión. "Yo no soy religioso", dice su padre, "pero él está encantado". En catequesis ha hecho buenos amigos y entre ellos está el padre Bernal, el titular de la Iglesia de Santa María de Gracia en Montalbán de Córdoba. La misma iglesia de la que el domingo pasado le expulsaron.
"Mi niño tiene un discapacidad", dice José Antonio, una enfermedad rara llamada aciduría glutárica tipo I y que conlleva un retraso madurativo. "Él apenas habla", explica su padre, "tan solo emite sonidos y dice palabras sueltas". Entre esas palabras está 'papa' y con ella se refiere al párroco del pueblo.
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Aquel día, sin embargo, el padre Bernal estaba de vacaciones y un cura nuevo fue a sustituirle. En mitad del sermón, el hijo de Jose Antonio se levantó un par de veces y dijo en voz 'papa'. "Lo sentamos y no pasó nada", dice su padre. Sin embargo, el sacerdote suplente se dirigió a la familia del pequeño para recriminarle lo sucedido.
Expulsados de misa
"Dijo que ese niño no estaba bien educado", explica Jose Antonio, y molesto por la interrupción le pidió al pequeño y a su madre que salieran de la iglesia. "Una mujer del coro le explicó que mi niño tenía una discapacidad", dice el padre del pequeño, "pero el cura insistió en que tenían que estar fuera".
El pequeño y su madre no fueron los únicos en irse. Detrás de ellos más personas abandonaron la iglesia en ese momento, entre ellas la propia profesora de catequesis que le da clases personalizadas al hijo de José Antonio para prepararle para la comunión y otros tres niños mayores que le acompañaban.
Los que se quedaron dentro escucharon cómo el sacerdote continuó criticando lo que había pasado. "Siguió diciendo cosas sobre mi niño", dice José Antonio. En ese momento varios presentes se levantaron e intentaron hacerle entender al cura la situación del pequeño... Pero al no conseguirlo optaron también por abandonar la iglesia.
El perdón
Al terminar la misa, casi todos los que se habían salido estaban en la puerta esperando al cura, entre ellos el pequeño y su madre. Le exigieron que pidiera perdón a la familia, pero "decía que él no se había equivocado y que el niño tenía que estar fuera de la iglesia", explica José Antonio.
Desde que le echaron de la iglesia, el pueblo se ha volcado con él. "Mi hijo es muy cariñoso y el pueblo no es muy grande", dice José Antonio, que se ha sentido arropado por sus vecinos. Ahora además del apoyo, ha recibido también las disculpas de toda la comunidad eclesiástica.
"Nada más saberlo, el padre Bernal, sin tener culpa de nada, nos pidió perdón", dice José Antonio, "nos ha llamado y nos ha dicho que no se volverá a repetir". Después fue el turno de la diócesis de Córdoba, que en un comunicado pidió disculpas a la familia por una actitud desconsiderada hacia su hijo y por un trato injusto.
Al poco el padre del pequeño recibió una llamada del vicario general. "Me pidió perdón personalmente", dice Jose Antonio, que espera que no vuelva a repetirse una situación así. De hecho, en el comunicado de la diócesis aseguran que el sacerdote ya ha sido corregido. "Intentó humillar a mi hijo", dice su padre, "y el que salió humillado fue él".