La 'pequeña Colombia' de Carboneros, el pueblo de Jaén que crece con la ayuda de Pedro, el constructor
En solo un año, este pueblo de Sierra Morena ha ganado 28 nuevos vecinos procedentes de Colombia
Pedro Moga es un constructor de Bailén que de forma altruista ha participado en la repoblación de este pueblo de 600 habitantes
Pueblos abandonados de España
Un policía, un informático, un escolta o un cantante de salsa... Son los nuevos vecinos de Carboneros, un pequeño pueblo de 600 habitantes en la comarca de Sierra Morena, en Jaén. En solo un año han pasado de la despoblación a la repoblación con la llegada de 28 personas... todas de Colombia y todas gracias a Pedro Moga, un constructor de Jaén enamorado de este pueblo y decidido a llenarlo de nuevo.
"Iba al pueblo a hacer algunas obras", dice Pedro, y así conoció la batalla de Carboneros contra la despoblación. Desde hace años su ayuntamiento cuenta con viviendas municipales que alquila a bajo precio, desde 150 euros. Sin embargo, algunas casas no estaban amuebladas, y Pedro lo solucionó recogiendo muebles por todo Jaén para llevarlos al pueblo. "Donde me decían que me daban uno, ahí iba yo para traerlo", cuenta este constructor.
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Mientras tanto, Pedro se dedicaba a publicar en Facebook las ventajas de vivir en Carboneros. "Escribí en varios grupos que hablaban sobre repoblación", cuenta Pedro. De repente empezó a recibir mensajes pidiéndole más información. Uno de ellos fue de Juan Carlos Puello, un informático colombiano que llevaba dos meses viviendo en Madrid y al que los alquileres de la capital devoraban su sueño de un futuro mejor.
"Me fui con mi mujer y mis dos hijas", dice Juan Carlos, que llegó hace ahora once meses. Se esperaba un pueblo muy rural, atrasado y con calles sin pavimentar. "El concepto de pueblo en Colombia es diferente al de España", nos explica, "aquí es una ciudad en versión pequeña muy limpio y muy organizado, con todas sus comodidades, como centros de salud y hasta piscina municipal".
Cada vez llegaban más familias y a todas les ayudaba Pedro. Ahora además de muebles, conseguía electrodomésticos, ropa y mantas para los primeros días. "La gente es muy solidaria", dice Pedro, "tiré de amistades y mis amigos fueron todos a una". A veces, si la casa de Carboneros aún no estaba equipada, él mismo los acogía en la suya en Bailén.
También les ayudaba con el empleo poniéndoles en contacto con personas que necesitan trabajadores. "Sobre todo cuidado de ancianos porque hay muchas personas mayores", dice Juan Carlos, "y también en la construcción o algo de campo en el tema de olivos". Mientras tanto, el Ayuntamiento de Carboneros les informaba de ayudas de la Cruz Roja o Cáritas.
Luis, un escolta en Carboneros
Hace ocho meses llegó la familia de Luis, un escolta colombiano al que este pueblo ha cambiado su vida por completo. "Allí estaba expuesto, había mucho riesgo y cuando salía nunca sabía si volvería a casa", confiesa a NIUS. Ahora antes de salir a la calle abraza a sus hijos sin miedo. "Mi hijo mayor ya ha perdido el acento y me habla en español", dice sonriendo.
Luis llegó con sus dos hijos, su mujer y su suegra. Después de algún tiempo en España y algunas malas experiencias, cuando conoció a Pedro no confiaba demasiado en que le ayudara a cambio de nada. "Pensé que me iban a robar a mis hijos", confiesa ahora Luis, que asegura que está contento de haberse mudado a Carboneros.
"De momento en el colegio sí se ha notado mucho", dice el alcalde de la localidad, Domingo Bonilla, "hemos pasado de 45 a 60 alumnos". También se ha notado en la guardería. Empieza a cumplirse el sueño de Domingo por evitar la despoblación del pueblo en el que nació y donde lleva ya más de 20 años como alcalde. "La repoblación es una solución para el mundo rural".
Nueva mano de obra
De esa idea surge el Centro de Innovación Rural de Sierra Morena en Carboneros en el que participa el Ayuntamiento de Carboneros. Aquí se podrán formar los nuevos vecinos, como Luis o Juan Carlos Puello, en profesiones acordes a las necesidades de la zona, sobre todo agricultura. "Son campos de trabajo sin mucha mano de obra en España", dice Juan Carlos, "porque la gente se está yendo de los pueblos".
"El pueblo no se va a adaptar a vosotros", les advierte Pedro Moga... aunque empieza a hacerlo. De hecho, ya se han organizado algunos encuentros entre los nuevos vecinos de Carboneros y los de toda la vida. "Hemos hecho eventos gastronómicos y culturales para que el pueblo conozca la cultura", dice Juan Carlos. Incluso uno de los recién llegados, José Quiñones, cantante en su país, está componiendo un disco sobre la lucha contra la despoblación en Carboneros.
La repoblación forma parte del ADN de este pueblo, que nació precisamente del proyecto de colonización de Sierra Morena. En el siglo XVIII el rey Carlos III bajo la dirección del intendente Pablo Olavide crearon en esta zona propensa al bandolerismo nuevas poblaciones.
Ahora el peligro es otro, la despoblación que amenaza con robarles el futuro. Pero han encontrado un aliado muy cerca, Pedro Moga, el constructor empeñado en devolverle vida a todos aquellos pueblos que nos la dieron... y que se ha propuesto empezar por Carboneros.