Si antes de registrar la moción de censura ya eran muchas las voces en el seno de Vox que se cuestionaban la idoneidad de Ramón Tamames por “incontrolable”, después de conocer que el exdirigente comunista defendió la ‘Nación catalana’ tras el referéndum ilegal en Cataluña como adelantó el diario ‘El Mundo’, esas dudas ahora se multiplican y se tornan en inquietud. Claro que una vez que el economista de 89 años ya ha firmado de su puño y letra la carta registrada en el Congreso en la que se postula como candidato a la Presidencia del Gobierno de España por Vox, lo de dar marcha atrás se antoja imposible.

Sólo queda cruzar los dedos porque en Vox ya saben que saldrán más reflexiones de Tamames -más allá de Cataluña- incompatibles con las banderas que están en el ADN de la formación de extrema derecha. Su portavoz Iván Espinosa de los Monteros ayer ya se apresuraba a ponerse la tirita antes de la herida. Para Vox lo más grave de Tamames es que es “comunista”. A partir de ahí, curados de espanto. En teoría.

“Cuanto más alejado esté de las posturas de Vox más nos gusta", dice Espinosa defendiendo la idoneidad del candidato. En NIUS repasamos algunos de esos "puntos de vista" diametralmente diferentes. Desde su defensa de la lucha contra el cambio climático a la necesidad de la inmigración en España o los derechos de las mujeres.

En los estatutos de Vox se establece como primer fin de la organización ‘la defensa de la indisoluble unidad de la Nación española’. Ramón Tamames en cambio propuso en una carta dirigida Artur Mas, aprovechar el ‘procés’ para dotar a Cataluña de un nuevo “estatus” de “Nación catalana”. Eso fue el 3 de octubre de 2017. El mismo día en el que rey Felipe VI se dirigió al país tras la celebración del referéndum ilegal. También se muestra partidario de trasladar el Senado a Barcelona.

Al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le reprochó que no aceptara el pacto fiscal que años antes le había reclamado Mas. En otra misiva dirigida a Rajoy defendía que “la constitución posibilita un Estado catalán dentro de España”.

Una curiosidad. Tamames, uno de los firmantes de la Constitución y por tanto defensor del título VIII sobre el modelo territorial, en 1981 no quiso que Castilla-La Mancha se convirtiera en Comunidad Autónoma. Como diputado entonces del Grupo Mixto defendió en cambio que se integrara en Madrid.

La inmigración ilegal, los menores no acompañados, y la vinculación de la inmigración con la seguridad son los tres puntos centrales del discurso antimigratorio de Vox y que se recoge con profusión a lo largo de las 44 páginas de la moción de censura registrada el lunes en el Congreso.

Ramón Tamames en cambio ha manifestado en distintas ocasiones que “necesitamos la inmigración como el comer”.  Él no derogaría las actuales leyes de inmigración, porque “cerrar el grifo” le parecería “condenar a España a la despoblación acelerada”, dijo el pasado 8 de febrero en el Canal 24H de TVE.

De hecho en 2008 en un informe sobre inmigración rumana en nuestro país defendía a “los inmigrantes, que tanto han contribuido al crecimiento español y a la calidad de vida de los españoles autóctonos”. En 2017 abogó por un ‘Plan Marshall’ para África dotado con 224.000 millones de euros que en la Unión Europea no encontraba eco por culpa de las “diatribas populistas”.

Bestia parda de Vox que niega el cambio climático. En el último debate del estado de la nación Santiago Abascal cargaba contra los “postulados del fanatismo climático”.

Un discurso que choca frontalmente con los trabajos, artículos y libros publicados por Ramón Tamames. En el “El grito de la tierra: biosfera, cambio” publicado en 2010, señala que la lucha contra el cambio climático y el calentamiento del planeta son “los grandes retos que tiene planteados la humanidad en el siglo XXI” y reclama a lospolíticos expresamente que “se asuma que tenemos un problema”. Justo lo contrario de lo que proclama Vox que en 2021 votó en contra de la ley del cambio climático.

En el “Apocalipsis del clima” de 2016 el profesor defiende una sociedad descarbonizada, las energías alternativas y el Acuerdo del Clima de París. Vox apuesta por el carbón para ganar mayor soberanía energética y reniega de las distintas cumbres por el clima.

Vox exige eliminar las leyes de violencia de género. Es una de sus principales banderas que no ha dudado en enarbolar como condición necesaria para facilitar el Gobierno de coalición en Castilla y León.

Hace sólo unos días Ramón Tamames hacía una defensa cerrada de esta ley en una entrevista en TVE. "En absoluto. Hay que defender a la mujer como hay que defender al hombre. No cabe duda de que la mujer ha estado reprimida durante mucho tiempo", afirmaba.

En 2014 la lio parda al defender la conveniencia de abortar en caso de malformación del feto en una tertulia de la cadena de los obispos 13TV justo después de la dimisión de Gallardón por no poder reformar la ley del aborto. “Si el aborto sirve para algo es para proteger a la madre y para que el nasciturus tenga una vida decente”, dijo entonces algo que encaja mal con los protocolos antiabortistas que defiende Vox.

La lista de discrepancias entre Vox y Tamames es muy larga. El exidirigente del PCE, fundador de Izquierda Unida, luego miembro del CDS y que ahora coquetea con la extrema derecha es un firme defensor de la globalización (Abascal dice que hay que luchar contra el “consenso globalista”), de las vacunas contra el coronavirus (Vox se negó a la vacunación obligatoria) y mantiene que una de las mayores amenazas de la democracia es el populismo porque “propone recetas fáciles a problemas complejos”. Claro que con 89 años también reivindica su “derecho a evolucionar”.

Santiago Abascal ha justificado esta segunda moción de censura porque el de Sánchez es “el peor Gobierno de la historia de España”. No sabemos qué piensa también de eso el viejo luchador antifranquista.