Kurt Savoy, el músico de Andújar que silbaba las películas del Oeste: "Tengo la boca asegurada"
Para asegurar su silbido existen tres moldes de sus dientes: uno lo tiene él, otro su dentista y uno más el seguro
Su versión de las películas de Ennio Morricone hicieron famoso su silbido en todo el mundo
Homenaje en Tabernas a Ennio Morricone, el hombre que puso banda sonora a Almería sin pisarla
"Tengo asegurada la boca", dice Kurt Savoy. Le cuesta 7.200 euros cada año. Por si algo ocurriera, se han hecho tres moldes de sus dientes. Uno lo tiene él, el otro su dentista y el último, el seguro. Todo para proteger uno de los silbidos más famosos de este mundo, el que ha convertido a este jienense en icono de la música por silbar los grandes éxitos del spaghetti western.
Hace siete décadas, Kurt se llamaba Curro. "Nací en Andújar", cuenta a NIUS, aunque pronto se fue a vivir a Madrid. Allí su madre vendía caramelos, pero no era suficiente para una familia de cuatro hijos. Para ayudar, Kurt se presentó a un concurso de música en la radio. "El premio era un bote de colacao y 100 pesetas".
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Se presentó con una canción de Elvis, pero había un problema. Cuando llegó el solo de guitarra, en mitad de la canción, no sabía qué hacer y se le ocurrió acompañarse de su propio silbido. La idea gustó y Kurt ganó el concurso. No fue el único, se presentó a más, tanto de radio como televisión y así fue como conoció a José Luis Uribarri. "Fui a su programa 'Aplauso' y también gané", cuenta a NIUS.
El propio Uribarri le cogió cariño y le llevó a varios programas de televisión. Aprovechando su presencia en los medios pronto le salieron actuaciones por toda España, y artistas de la talla de Antonio Machín o Antonio Molina le contrataban en sus espectáculos como segundo figura.
Orson Welles y Kurt Savoy
En una ocasión, le contrataron para actuar en un hotel de Málaga varias noches. Allí se hospedaba Orson Welles, quien le pedía cada noche que silbara para él la canción de la película 'El Álamo'. "Para que te hagas una idea, yo cobraba 700 pesetas por la actuación en el hotel", dice Kurt, "y Orson Welles me pagaba 1.000 pesetas solo por interpretarle esa canción".
Sin embargo, su mayor éxito llegó cuando le ofrecieron grabar un disco para México versionando temas de Ennio Morricone. Entre ellos, estaban los famosos spaghetti western. "Me dijeron: 'Ve al cine a ver las películas y luego versionamos las canciones". Lo grabó en Barcelona y en todas añadía su famoso silbido, incluso en aquellas piezas que no lo tenían originalmente.
"Mi silbido no es el de las películas", aclara Kurt, pero sí es el que se hizo famoso más allá del cine. De hecho, cada vez que tiene un concierto le piden que silbe 'La muerte tenía un precio' y 'El bueno, el feo y el malo'. No importa el país, siempre le piden lo mismo y él nunca se niega a tocarlo. "Las saco al principio de cada actuación para que luego me dejen tocar tranquilo".
Hoy con 74 años, Kurt se prepara para arrancar una nueva gira por toda Europa, aunque especialmente enfocada en su vuelta a los escenarios españoles. Desde hace cuatro décadas vive en Francia y no deja de echar de menos el país donde empezó a silbar. "Le debo todo al silbido", dice Kurt, que sigue sorprendiéndose cada vez que echa la vista atrás.
"He actuado en medio mundo en escenarios que ni siquiera llegué a imaginar", cuenta a NIUS este artista que además ha grabado 43 discos a lo largo de toda su carrera y que sigue componiendo cada año de tres a cuatro bandas sonoras para cine o publicidad. De hecho, su música para un anuncio de Chanel dio la vuelta al mundo hace ya algunos años.
La vida de Kurt Savoy parece propia de una película con secundarios de lujo. "He conocido a gente como Charlton Heston, la hija de Elvis o el hermano de Michael Jackson", pero curiosamente nunca llegó a conocer a Ennio Morricone, cuya música colocó en sus labios Kurt para besar la gloria.