Machuca, el peluquero de Benacazón que pinta cuadros del revés mientras canta flamenco
Manuel Machuca ha grabado dos discos flamencos y ha realizado más de 50 exposiciones de pintura
Un día se dio cuenta de que era capaz de hacer las dos cosas sobre el escenario si pintaba los cuadros del revés
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Cuando Machuca sube a un escenario en realidad suben dos artistas a la vez. Uno se dedica a cantar flamenco, el otro pinta cuadros del revés. Y los dos son la misma persona, Manuel Machuca, el cantante pintor de Benacazón, un artista sevillano de 63 años que creció con dos pasiones que se han mezclado.
Todo empezó de niño. Manuel siempre estaba pegado a un pincel. Le encantaba pintar... casi tanto como escuchar al Carbonerillo, un cantante de fandango cuyo casete oía una y otra vez. "Me tiré 20 años escuchándole solo a él", dice Machuca, que fue creciendo junto a sus dos pasiones.
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Del flamenco conoció otros palos y empezó a cantar por bares y tabernas. Luego llegaron las actuaciones y terminó grabando dos discos. Además, ha ganado numerosos premios como saetero. En la pintura también fue progresando, se definió como retratista y después de muchos cuadros ha llegado a realizar más de 50 exposiciones... Y por si le sobraba tiempo, por las tardes era, y es, peluquero.
Pintando del revés
De repente un día, se dio cuenta de que el cante y el pincel podía combinarlos. "Yo ya solía canturrear mientras pintaba", dice Machuca. Ahora pretendía dar un paso más: pintar un cuadro sobre el escenario durante una actuación de flamenco. Eso ya no resultaba tan fácil... a no ser que lo pintara del revés.
"Si pinto del derecho no puedo porque tengo que pensar en el cante y en el dibujo a la vez", dice Machuca. En cambio, se dio cuenta de que eso no le ocurría poniendo el cuadro bocabajo para pintar del revés. De esta manera se obliga a usar los dos hemisferios de su cerebro.
"La parte analítica con la que hablo es la parte izquierda y la artística la derecha", explica Machuca a NIUS, "yo pinto al revés y así tengo que guiarme por figuras geométricas, sin necesidad de interrumpir la parte izquierda, que queda libre para el cante".
Un cuadro por actuación
Desde entonces en cada actuación pinta un cuadro del revés y cuando lo acaba lo gira en mitad del concierto provocando toda una ovación. "Muchas veces viene alguien del público al terminar y me lo compra por 80 o 100 euros", explica Machuca. Solo en una ocasión hizo dos cuadros en una sola actuación y ahora querría hacer tres dedicados a los tres palos del flamenco: cante, baile y guitarra.
Los proyectos se agolpan en la puerta de este artista al que el ayuntamiento de su pueblo le ha pedido que de un curso de pintura del revés. Entre tanto, también se prepara para acompañar al grupo de sevillanas Cantores de Hispalis, que va a incorporarle como pintor sobre el escenario para que haga un cuadro mientras ellos cantan.
"La gente no se aburre conmigo", cuenta a NIUS... y tiene razón. En sus actuaciones siempre hay un poco de todo: la pasión del cante flamenco, la precisión de un retratista. Dos artistas por el precio de uno, que además corta el pelo por las tardes.