Isabel, la mujer más longeva de Cortes de Baza con 100 años: "No he bebido una gota de alcohol en mi vida"

  • Isabel, vecina de Cortes de Baza, soplará las velas de su cumpleaños número 100 rodeada de su familia

  • Nunca pudo disfrutar de una tarta siendo niña y ya de mayor prefería que fueran sus hijos los que tuvieran su fiesta

  • Sigue viviendo en un molino de agua que heredó de su familia y de donde no se ha movido ni cuando se casó

Isabel apenas si recuerda cómo era su vida de joven. Cumple 100 años y reconoce que prefiere acordarse de cómo es su vida en la actualidad. Rodeada de toda la gente que la quiere, entre ellos dos de sus hermanos que siguen vivos -los otros dos murieron-, sus cinco hijos, 14 nietos y 13 biznietos, esta mujer está a punto de soplar las velas en una fiesta sorpresa que le ha preparado su familia al completo.

A pesar de su edad, y si no fuera por una operación de cadera que la dejó con la movilidad reducida, esta granadina mantiene una vitalidad encomiable. Sigue viviendo en el municipio de Cortes de Baza, en un molino de agua que heredó de su familia y de donde no se ha movido ni cuando se casó con "uno de mis muchos pretendientes", recuerda con la sonrisa pícara que las arrugas de su cara no han borrado.

Por eso, en el pueblo se la conoce como 'Isabel, la del molino'. Todos sus vecinos la adoran, aunque ya no quede nadie de sus amistades que se cruzaron en su vida durante su juventud. Pero quienes más admiración sienten por ella, son sus nietos. "Para mí es la mejor del mundo, ¿qué te voy a decir yo?", comenta a Niusdiario Rocío, una de ellas.

La vida de Isabel no ha sido fácil. Ha sufrido una guerra, una posguerra, una dictadura, una pandemia... Nunca pensó que su paso por este mundo fuera a durar tantos años y, a pesar de que habla ya poco porque se cansa mucho, asegura que se alegra de poder estar rodeada de tantas personas que la adoran.

Apenas si sabe leer y escribir porque al ser la mayor de sus hermanos, sus padres tuvieron que "sacarla" del colegio siendo aún muy niña para cuidar de los más pequeños de la casa mientras ellos buscaban el modo de salir adelante a su familia trabajando en el campo. Sí que recuerda a Doña Casimira, su maestra.

"Me casé con 22 años, muy mayor para mi época. Pretendientes tenía un montón, y aunque algunos eran más guapos y otros más feos, me casé con Antonio, que se convirtió en el amor de mi vida y el único hombre que he conocido. 54 años pasamos juntos. Los más felices de mi vida", cuenta Isabel con lágrimas de emoción asomando a sus ojos que, con el paso del tiempo, cada vez se han vuelto más grises y pequeños pero que siguen tan vivarachos como cuando era una jovenzuela y rompía corazones.

"Le encanta el dulce y, como a cualquier abuela que se precie, disfruta viendo comer a sus nietos y bisnietos, porque siempre dice que durante la posguerra pasaban mucha hambre", explica con cariño Rocío, quien no deja mostrar su devoción hacia esta mujer que durante toda su vida se ha dedicado a cuidar de los demás.

Ese ha sido una de las motivaciones que ha llevado a su familia a volcarse para celebrar este cumpleaños tan especial. Isabel nunca pudo disfrutar de una tarta siendo niña y ya de mayor prefería que fueran sus hijos los que tuvieran su fiesta. Ahora, se ha convertido en la mujer más longeva de Cortes de Baza y de sus alrededores, así que "se lo merece todo".

Temas