Hace más de 30 años que Jesús García Calderón publicó su primer libro. Casi tantos como los que ha ejercido como fiscal. Durante todo este tiempo ha compaginado sus dos pasiones de manera ininterrumpida. Por un lado, como escritor con la publicación de casi una veintena de obras y, por otro, como Fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), cargo que ocupó de 2001 al 2017.
Unas profesiones que, aunque a priori pueda parecer que no tienen nada que ver entre sí, este escritor y jurista las explica como si siempre hubieran tenido que estar ligadas de alguna manera. "No creo que sea extraña la vinculación de un magistrado o un fiscal con la literatura. Nuestra herramienta de trabajo es la lengua y eso hace que estas dos pasiones se lleven con total naturalidad", asevera en una entrevista con Niusdiario.
En este sentido, García Calderón considera que la inquietud intelectual y el gusto por la literatura ejercen una labor "muy beneficiosa" para los profesionales que trabajan en los tribunales porque "puedes sumar las experiencias que encuentras en los libros". De ahí que sea un fiel defensor de ese vínculo entre el Derecho y la Literatura: "El lenguaje en Derecho debe ser claro y la Justicia solo puede rimar con la verdad".
Sin embargo, a pesar de que recuerda que durante sus años como jurista ha conocido historias que podrían haberse convertido en poema, lo cierto es que no las ha usado como inspiración por respeto. "El poeta se basta consigo mismo. Respeto demasiado mis dos profesiones como para mezclarlas. Son dos líneas que no deben encontrarse nunca", asegura.
Respecto a su nuevo libro, 'Condición de refugio' (Editorial Alhulia, 2022), el ex fiscal jefe del TSJA comenta que se trata de una reflexión poética sobre los refugios que "ya no encontramos por el tráfago de la vida actual, las nuevas tecnologías, las pantallas...". Unos poemas que ayudarán al lector a encontrar su camino para vislumbrar algo que tengan delante y que no sean capaces de ver.
"Es la necesidad de recordar con atención, de escuchar las voces de personas que se marcharon, de encontrar, en definitiva, nuestro propio refugio para superar las situaciones caóticas y el estresante ritmo del día a día", explica García Calderón, quien reconoce que su refugio es la caligrafía y la literatura, que se convierten en las principales carencias del sistema educativo español.
Por ello, aboga por recuperar y fomentar estos dos ámbitos. "La lectura conduce a esos espacios de paz en nuestra vida y es triste ver que los jóvenes no leen ni escriben lo suficiente, pero no en pantallas, sino a través del libro mecánico y del papel para no perder esa relación con el mundo material. Algo parecido pasa con la conversación presencial. Hay que recuperarla porque enriquece al que habla y al que escucha".
Como escritor, García Calderón ha combinado en su trayectoria la publicación de libros jurídicos sobre defensa del patrimonio con una prolífica carrera literaria con casi una veintena de obras, fundamentalmente de poesía, entre los que se encuentran 'La moneda secreta', 'Un lugar en el Norte' y la antología 'La soledad partida (1991-2005).
Una vocación que apareció en su vida de manera espontánea y que tiene previsto seguir desarrollando mientras pueda. Tanto es así que ya está preparando nuevo material, en este caso, sobre la calumnia como método de corrupción para un trabajo de colaboración con la Universidad de Granada (UGR) que le está costando más de lo que pensaba porque "cuanto más investigo sobre el tema más me sorprendo de lo que encuentro", cuenta entre bromas.