La suerte ha traicionado al tenista Alexander ‘Sascha’ Zverev en las semifinales del mítico Grand Slam de Francia. El alemán de ascendencia rusa, de 25 años, quien se enfrentaba nada más y nada menos que a Rafael Nadal, ha sufrido una lesión de tobillo que le ha obligado a retirarse y dejar la pista en silla de ruedas, viendo así frustrado el sueño de llegar a la final de Roland Garros.
En el momento en que se producía la lesión, Zverev estaba disputando el tie break del segundo set al de Manacor. Iban 6-6, y Nadal había ganado previamente el set anterior por 7-6. Fue el tobillo derecho el que, cuando ‘Sascha’ buscaba un golpe certero al fondo de la pista, le fallaba y, tras patinar sobre la arcilla, se le torcía.
Inmediatamente, el tenista fue al suelo y, con gestos de dolor, podía vaticinarse ya que el partido se había acabado para él. El alemán también lo sabía, y todo el público tras escuchar sus gritos y su desesperación, consciente de que se le escaba una oportunidad soñada. Los servicios médicos tuvieron que salir a tratarle y, poco después, ya en silla de ruedas, abandonaba ovacionado por la pista de Philippe Chatrier, no sin que antes Rafa Nadal hubiese cruzado la pista, también preocupado por su oponente, para trasladarle su apoyo.
Después de ello, apenas minutos más tarde, Zverevvolvía a salir, con su pie derecho descalzo y con muletas, para expresar agradecimiento al público y abrazarse posteriormente con Rafa Nadal, con el que se estaba retando en un duelo que llevaba ya tres horas y cinco minutos de intercambio de golpes.
“Es muy duro y triste para él. Estaba jugando un torneo increíble", lamentaba Nadal tras confirmarse su abandono. "Sé cuánto está luchando para ganar un Grand Slam, pero hasta el momento ha tenido mala suerte. Estoy seguro de que no ganará solo uno. Le deseo todo lo mejor y una rápida recuperación. Es uno de los grandes rivales en el circuito cuando juega a este gran nivel. Es difícil decir algo en esta situación. Para mí es un sueño volver a la final de Roland Garros una vez más, pero al mismo tiempo, no de esta manera. He estado con él antes de volver a pista y es muy duro verle llorar", ha dicho Rafa Nadal.
El manacorí, por su parte, camina ya hacia una nueva final en el gran torneo en el que es el auténtico rey. Pese a su cojera y los problemas crónicos en su pie izquierdo, lo de Nadal con Roland Garros ya se sabe que es algo completamente extraordinario. Sin apenas haber podido preparar la competición debidamente, sin molestias y con más tiempo, Rafa, que eliminó previamente a Novak Djokovic en una nueva exhibición, se enfrentará al noruego Casper Ruud. Será el domingo, a las 15:00 horas, cuando el manacorí, de 36 años recién cumplidos hoy, dispute esa final en busca del que sería nada más y nada menos que su trofeo número 14; números que constatan que es el tenista más laureado de todos los tiempos en el Grand Slam francés.