Elektra se alzó con la corona y le pidieron matrimonio en directo: “El drag canario está infravalorado a nivel nacional”

  • Iván Sánchez se alzó con el triunfo en la gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2024 como Drag Elektra

  • Se estrenó en 2013 y ha participado otras tres veces, por lo que su máxima reivindicación es una muy clara: hay que conseguir que las casas patrocinadoras apuesten más por este arte para que siga existiendo

  • Durante la coronación su novio le pidió matrimonio, un momento única e irrepetible que disfrutaron cientos de miles de espectadores

Drag Elektra (Iván Sánchez del sureste de la isla de Gran Canaria ‘out the drag’) se alzó con el ansiado primer premio durante la gala final del Carnaval capitalino cumpliendo así con las expectativas de todos los amantes del concurso, pues ya desde la preselección consiguió ser claro favorito con un show inspirado en Pinocho que contaba con una coordinación con respecto a su cuerpo de baile que bien podría rozar la matrícula de honor.

Ha participado en este evento en otras tres ocasiones desde que se subiera por primera vez a las plataformas en 2013 y Elektra lo tiene claro: un evento tan importante como este solo conseguirá avanzar y seguir existiendo si los patrocinadores apuestan por el arte (Mow Hotels en su caso), sino irá desapareciendo cada vez más porque ser drag queen es una inversión y no un privilegio: “nadie se hará rico dedicándose a esto”, según sus propias palabras.

No obstante, su felicidad se multiplicó por dos cuando en el momento de la coronación vio a su novio arrodillado con un anillo en la mano ante cientos de miles de espectadores que disfrutaban del espectáculo por televisión o in situ en el reciento de Belén María. Un hecho, sin duda, que no olvidará jamás: cumpliendo su sueño de ser Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2024 y una pedida de matrimonio mágica y única de la que todos fuimos testigos.

-¿De dónde viene esta pasión por el drag?

Al principio no me gustaba la gala Drag Queen del Carnaval, pero fue en 2010 cuando le di una oportunidad. La vi y hubo un drag en concreto (Grimasira Maeva, ya retirada) que me llamó muchísimo la atención: era bailarín y su estilo me llamó muchísimo la atención. A partir de entonces, también conocí a otra compañera, Drag Foguen, que resultó ser mi madrina drag, a la que montaba las coreografías hasta que un día me motivó a presentarme, probé y resultó que se me daba bastante bien.

Fue así como el arte drag me cautivó porque lo abarca todo, desde el baile hasta el maquillaje y tantas otras cosas.

-¿Siendo drag se pierde o se gana dinero?

Lo tengo claro: nadie va a ser rico siendo drag queen. En este mundo se deja más dinero de lo que uno puede llegar a ganar debido a la inversión económica que supone un espectáculo de estos en la actualidad y apenas hay casas patrocinadoras que apuesten por este arte. Antes sí que resultaba rentable, pero ya no. En mi caso en concreto, he dejado muchísimo más dinero de lo que la gente puede llegar a imaginar para que el proyecto luciese tal y como yo quería.

Gracias a algunas contrataciones que se hacen en la isla uno puede recuperar algo de dinero, pero nunca la totalidad de lo que se invierte.

-¿Tiene que ver la producción que se emplea en cada show en los últimos años y que ya ningún drag apueste por salir solo sobre el escenario del carnaval?

Es una evolución natural y las cosas cambian. Se ha acostumbrado al público a un tipo de espectáculo (con mucha gente sobre el escenario y grandes infraestructuras) y ya hay un nivel. Si se vuelve para atrás, lo que se conseguirá es que caiga la gala. Actualmente, muchos drags míticos ya se han retirado y hay toda una nueva generación que debe hacerse su camino: aprender y mejorar. Es verdad que los comentarios son “qué bajo el nivel de la gala” o “necesitan mejorar”, pero es que las nuevas caras también tienen que encontrar su camino, dar con su identidad y saber qué quieren ofrecer al público.

Hoy en día la televisión ni los patrocinadores comprarían el show de un drag en solitario sobre el escenario porque eso ya no es calidad y queremos ver más, cosas que nos sorprendan, y eso solo se consigue con la inversión. Si yo no hubiese puesto dinero, no habría conseguido ni siquiera ganar. Si me alcé con el primer premio es porque hubo una inversión que el resto de los compañeros no tuvo. La clave es conseguir que las casas comerciales apuesten por este tipo de arte.

-¿Y eso cómo se puede conseguir?

Dando más visibilidad y publicidad a las empresas. Por suerte, el nuevo director artístico (Josué Quevedo) nos ha escuchado y ha hecho por nosotros durante su primer año frente al Carnaval, pero hay que hacer más: debe haber algo que motive a las cosas comerciales a apostar por nosotros.

Si las empresas no están, el drag no existe. Si este patrocinio deja de estar, el arte muere y es algo que debemos asimilar.

Consigo llamar la atención con un registro más masculino, sexy y atractivo. Esa es la clave de mi drag

-¿Qué te diferencia del resto de drags?

Siendo justos, con respecto a los compañeros de este año me diferencia la experiencia y la base que he ido adquiriendo durante los años que me he dedicado a esto. No he parado, he ido a diferentes eventos y concursos con los que he adquirido tablas y aprendizaje.

También mi estilo, que me ayuda mucho: es más estético, trabajo el físico porque es un aspecto que atrae y lo masculino cautivo infinitamente más sin saber por qué. Además, soy bailarín y me defiendo sobre el escenario, que es algo que me diferencia.  

-¿Por qué decidiste regresar al Carnaval tras un parón y qué te llevó a parar?

En 2019 me presenté por última vez en solitario y decidí volver a presentarme en 2024 para quitarme la espinita y el mal sabor de boca que dejó mi última participación: fue un año horrible porque tuve muchísimos problemas con el diseñador en aquel entonces, ya que se entregó todo tarde y mal o al menos el proyecto no se realizó tal y como se había bocetado. Fue un espectáculo que gustó mucho, pero faltó un equipo de producción tan bueno como con el que cuento este año y siempre tuve esa pena. Soy un buen drag y no podía quedarme con la sensación de no haber dado todo de mí y ofrecido un buen espectáculo, entonces decidí intentarlo una última vez antes de retirarme.

-Doy por hecho que después de este éxito te replanteas la retirada, ¿no?

No. La retirada es firme. Lo estaba al comienzo de este proyecto y lo sigue estando ahora. Comparto la visión de los drags de antes: una vez se gana, se entrega la corona, se da paso a las nuevas generaciones y uno se retira. Ya soy historia del Carnaval y me quedará el recuerdo de lo vivido.

-¿Ni siquiera te veremos participando en un talent show a nivel nacional?

Para nada. Eso para mí no es una opción porque considero, tras lo que han experimentado otros compañeros en primera persona, que no valoran al drag canario y no estoy por la labor de apoyar a ese tipo de concursos. Nuestro drag es un arte en directo con una preparación previa de muchos meses, sobre unas plataformas de más de treinta centímetros de altura, unos vestuarios que no son nada sencillos… Mi personalidad no encajaría en ese tipo de espectáculos. Lo único que haría sería acudir como jurado invitado a valorar el trabajo de otros compañeros.

-¿Han olvidado la comedia los drags de Canarias?

Sinceramente, creo que no. Eso sí, hay menos compañeros que apuestan por este género porque es más arriesgado y muy difícil hacer reír a tantísima gente. Yo, por ejemplo, no cuento con ese don y no podría hacerlo nunca.

-¿Qué opinas de la polémica descalificación de Tamito del certamen por hacer mínimas variaciones en su show?

No sé prácticamente nada de este tema porque no he parado de acudir a eventos impuestos por la organización del Carnaval. Tampoco de qué se queja: si es por la descalificación, porque no le avisaron o qué. No cuento con toda la información y prefiero no mojarme para no meter la pata.

-No solo te alzaste con el primer premio, sino que, además, te pidieron matrimonio en el momento de la elección, ¿cómo lo viviste?

No sabía nada y fue mágico. Cuando dijeron que yo era el ganador, notaba a alguien a mi lado y pensaba que me estaban haciendo una foto, pero no: era mi chico con un anillo. Le miré fijamente y le leí los labios: me estaba diciendo que si me quería casar con él. ¡Le dije que “claro”! Estaba sobrepasado en ese momento porque tenía que hacerme la foto con los representantes políticos y había muchos medios de comunicación, pero fue un momento increíble que no voy a olvidar nunca.

Como dato: cuando terminó todo y volvimos al camerino me preguntó si me había parecido bien porque lo hizo con la única intención de que fuera un momento que recordara para toda la vida. Me aclaró que solo tenía pensado hacerlo si ganaba, si no conseguía la corona lo haría igualmente, pero en la privacidad.

-Un mensaje para los drags del futuro:

Me encantaría que las nuevas generaciones crearan personajes y estilos propios, que no ansíen parecerse a algo que gustó el año anterior o está moda. Hay que diferenciarse porque solo así consigue uno destacar. Búsquense y no paren de actuar.