Ayer por la noche, cuando todos esperaban una victoria contundente del bloque de derecha en las elecciones, tal como anunciaban las encuestas, los resultados cayeron como un baldazo de agua fría para los que habían empezado a celebrar por anticipado: el PP ganó las elecciones con 136 escaños pero no le alcanza para una mayoría absoluta ni siquiera en alianza con Vox. Por lo tanto, el panorama es incierto. Hasta ahora no hay nadie que pueda atribuirse el título de presidente electo y hay una posibilidad de que tengan que repetirse los comicios.
Salimos a la calle a sondear cómo lo vivió la gente, los ciudadanos que ejecutaron su voto, muchos de ellos dejando de lado sus vacaciones para cumplir con el deber cívico. Y las respuestas fueron de lo más diversas. Aunque algunos definen el panorama actual como "ingobernable", hay cierto consenso en cuanto al bloque que podría formar gobierno: "Va a seguir gobernando el Partido Socialista", asegura un señor.
Los pactos son otro de los puntos clave tras los resultados electorales. El apoyo de algunas formaciones políticas se ha convertido en la llave para que pueda consolidarse algún gobierno. Es el caso de Junts Per Catalunya, el partido liderado por Carles Puigdemont, que deberá negociar con el candidato por el PSOE, Pedro Sánchez, a la reelección. "Va a pactar con todos", "Le va a dar el sí", "Puigdemont volverá bajo palio y con honores"... son algunas de las reacciones al posible pacto.
Aunque algunos se mostraron indignados, la mayoría asegura que volvería a votar si hay un nuevo llamado a elecciones en los próximos meses. Otros se mantienen en la indecisión y también los hay que lo vislumbran como una oportunidad para reevaluar el escenario político.