La Guardia Civil está investigando a un hombre como posible autor de maltrato animal tras tener 31 caballos muertos en una granja de Murcia. Un suceso que ocurre el mismo año en la que se aprueba la Ley de Bienestar Animal. El hombre ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de la ciudad. El posible autor de los hechos alegó a los guardias civiles que no había retirado los animales por no tener seguro de retirada que se hiciese cargo de los gastos.
Los vecinos alertaron de la existencia de restos de caballos en avanzado estado de descomposición en una explotación ganadera de Murcia. Tras alertar a la policía, el SEPRONA localizó a la granja y al responsable para realizar una investigación minuciosa donde se pudo verificar que había algunos cadáveres que podrían llevar más de un mes. Y es que la polémica de los animales en granjas ha llegado incluso hasta los pulpos.
Se ha comprobado que el hombre no quiso que un veterinario tratase a los animales de una supuesta infección respiratoria que provocó la muerte de 31 caballos. Además, había 20 cabras que habitaban entre los restos de 14 equinos en avanzado estado de descomposición. Un suceso similar al que ocurrió en una granja de pollos donde los animales eran maltratados hasta morir.
El SEPRONA ha comprobado la documentación del autor sobre las instalaciones en regla. Toda la verificación se puso en conocimiento del Ayuntamiento de Murcia por no tener la correspondiente licencia municipal.
Hace menos de un año, la Guardia Civil tuvo que investigar al responsable de la granja por el mismo delito. En este caso se encontraron 15 cadáveres en avanzado estado de descomposición.
En el Código Penal se castiga el delito del maltrato animal con penas de prisión de 3 a 18 meses (en su art.340) o el pago de una multa en conjunto con una pena de inhabilitación especial que se impondrá de 1 a 3 años para ejercer la profesión o comercio relacionado con animales.
Con la aprobación de esta nueva ley, se especifica que se hará la eutanasia o el sacrificio de animales para evitar el sufrimiento de los mismos. Se prohíbe el sacrificio por cuestiones económicas, sobrepoblación, carencia de plazas o imposibilidad de encontrar a un adoptante. Tampoco se podrá maltratar, agredir a los animales o provocarles algún tipo de daño físico, según el diario Información.
También se añaden puntos destacables como realizar espectáculos públicos o actividades artísticas, turísticas o publicitarias donde se incluyen atracciones de ferias, espectáculos circenses o utilizar a los animales como reclamo publicitario, comerciar o adoptar animales no identificados, entre otros.