Es la duodécima montaña más alta del mundo y se la conoce como K3. Broad Peak atrae cada año a escaladores extremos del mundo entero. Muestra de ello es Javier Camacho: un adicto a las alturas, que ascendió el Broad Peak intentando hacer cima varios años seguidos. El año pasado llegó a doscientos metros de la cima, una distancia corta pero que supone horas de esfuerzo en esas extremas condiciones. Sin oxígeno ni fuerzas, envueltos en un frío extremo, solo podían pensar en sus familias y en si volverían a verlas.