La implicación de las familias es de vital importancia en el entorno educativo, las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos son el puente que se establece entre el centro y las familias de los alumnos, que vela por la educación de los alumnos y potencia el desarrollo de actividades que favorece esto.
Son asociaciones sin ánimo de lucro cuyos miembros son voluntarios y se puede formar parte de ella durante el tiempo que los hijos están inscritos en el centro. Es necesario renovar cada año la cuota de socio. Desde esta asociación se defienden los intereses de los padres y madres, se recogen sus opiniones, pero también sus propuestas, haciendo que lleguen a buen puerto a través de los cauces establecidos para ello.
Esta asociación también puede ser clave a la hora de ayudar al equipo directivo y la comunidad educativa a buscar soluciones a los problemas que se puedan encontrar, también participan en la gestión del centro a través de su representante en el Consejo Escolar, donde se toman muchas de las decisiones que afectan tanto a la educación de los alumnos como a la organización del centro.
Desde el AMPA se puede ayudar a mejorar el centro, estudiando el funcionamiento del mismo y sus servicios, como pueden ser el de comedor, la calidad de las instalaciones o las actividades extraescolares, proponiendo mejoras o maneras de que resulten mejores para los más pequeños. Es una manera de canalizar las preocupaciones de los padres mientras velan porque el centro cumpla con los estándares de calidad esperados.
Entre las funciones principales del AMPA destaca la capacidad de ayudar a padres y tutores con todo lo relacionado con la educación de sus hijos, orientando en temas escolares, ayudar en la organización de eventos o talleres, asegurarse de que los padres tengan voz en las decisiones del funcionamiento del colegio, organizar actividades extraescolares que enriquezcan la experiencia de los alumnos, proporcionar recursos y oportunidades de aprendizaje también a los padres o coordinar proyectos que puedan recibir subvenciones, usando esos recursos de manera efectiva para toda la comunidad educativa.
Todo esto, evidentemente, requiere ciertos recursos económicos. La financiación del AMPA proviene de diferentes fuentes, que les permiten llevar a cabo sus actividades en beneficio de los alumnos, principalmente. Una parte de esa financiación, la más común, proviene de las cuotas que pagan los socios, que se establecen en la Asamblea General, pero, como decimos, hay más formas de financiación.
Puede ser a través de subvenciones y ayudas públicas, que suelen estar destinadas a financiar proyectos específicos, pueden recibirse donaciones de empresas o patrocinios, se pueden obtener fondos a través de eventos de recaudación, como fiestas, rifas o mercadillos, o también a través de proyectos específicos que reciben financiación externa. Lo más habitual es obtenerlo a través de las cuotas de los padres y madres que son socios y establecer pagos anuales, trimestrales o mensuales en función de las necesidades de la asociación.