Hay personas a las que los sacrificios las hacen aún más fuertes. Ese es el tipo de gente que mientras libra batallas regala sonrisas, cobijo y calma. Poco a poco, partido a partido, poniendo dinero que no tenía, nuestra protagonista logró que toda una generación de mujeres pudiera hacer lo que más les gustaba, una cosa de chicos: jugar al fútbol.
Isa Guerrero es una malagueña apasionada del fútbol que comenzó a practicar este deporte en una época en la que estaba mal visto que una mujer corriera detrás de un balón, y es que ella nunca ha podido vivir de su pasión, en ningún momento a lo largo de los 17 años que ha estado vistiendo la camiseta del Málaga. Hoy, el fútbol sigue siendo parte de su vida pero se ha tenido que reinventar nuevamente en un mundo de hombres.
Isa empezó a jugar al fútbol hace 27 años y en todo ese tiempo nuestra invitada ha conseguido hacerse con La Copa de la Reina, la Liga y la Supercopa. Pese a ello, Isa ha tenido que entrenar en campos abandonados en los que hasta tenían que pintar las líneas: “Eran auténticos matorrales, teníamos que levantarnos antes los domingos para ir a pintar las líneas blancas, ahora me resulta una locura haber entrenado en campos así y después jugar partidos serios”.
Isa recuerda que al principio, en sus primeros partidos, las pocas personas que acudían a verlas jugar al campo se dedicaban a insultarlas y atacarlas: “Venían a vernos por el morbo, nos llamaban machorros, nos decían que nos fuéramos a fregar, eso era lo común”.