Las señales de tráfico son uno de los elementos de la calzada más importantes en la circulación de cara a favorecer la seguridad vial. Su presencia en la vía ya sea en forma de semáforos, señalización vertical, horizontal o como marcas viales, obliga tanto a vehículos como a peatones a cumplirlas.
Sin embargo, en muchas ocasiones hay conductores que no respetan la señalización, lo que, en función del incumplimiento que sea, además de conllevar una sanción económica más o menos elevada e incluso la pérdida de puntos del carnet de conducir, puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente y poner en peligro la vida de muchas personas.
Por este motivo, y con el objetivo de disminuir los percances al volante, una empresa australiana, Laservision, ha instalado en un túnel de Sidney en el que se producían numerosos incidentes diarios, una señalización que va a dar mucho que hablar y que, si su implantación surte efecto en los más desobedientes, es muy posible que este piloto se expanda a otros países y a zonas donde la circulación es más peligrosa o en las que se producen más accidentes.
El Softstop Barrier System consiste en un sistema de señalización hecho con agua, es decir, se proyecta la señal pertinente, en este caso un STOP, sobre una cortina de agua que aparece delante del conductor en la calzada. Se trata, por tanto, de una barrera holográfica que crea la ilusión óptica de ser una superficie sólida que bloquea el carril por el que se circula, de manera que provoca en el conductor la necesidad de frenar instintivamente. Aunque pudiera parecer que el frenazo pueda disminuir la seguridad de los que circulen por la vía, el sistema se activa con suficiente antelación para permitir un frenado seguro. En caso de no ser así, y que el conductor no llegue a frenar a tiempo, tampoco supone un peligro para el mismo, ya que se trata solo de una cortina de agua que puede atravesarse sin incidencias. El problema en este caso sería precisamente el mismo que ocurre cuando el conductor hace caso omiso de la señalización convencional.
Una vez que la señal se activa, en función de las necesidades del tráfico, está activa durante aproximadamente uno o dos minutos. En la actualidad, lo más parecido que tenemos en nuestro país, podrían ser los paneles luminosos de la DGT, que van cambiando el mensaje en función de las necesidades del tráfico y cuyo objetivo es concienciar y crear un impacto visual en los conductores. Eso sí, estas barreras holográficas son un paso más allá en la experiencia de conducción ya que, de alguna manera, es la primera señalización sensorial que llega a las carreteras y que podría suponer una medida efectiva para disminuir los accidentes.