Logo de Más que coches
Más que coches

Logo de Más que cochesMás que coches

¿Cómo se hace un buen mantenimiento del vehículo?

  • El mantenimiento preventivo ayuda a mejorar la seguridad vial y evita numerosos futuros problemas al vehículo.

Uno de los mayores miedos de cualquier conductor es tener que recurrir de manera asidua a su taller a raíz de problemas en el vehículo. Sin embargo, la mejor forma para minimizar las visitas indeseadas al taller es acudir de manera frecuente al mismo para asegurar que todos los elementos funcionan de forma óptima y se encuentran en buen estado. Te contamos todo esto y mucho más en MQC Renting.

De esta forma, se evita un mayor coste y una reparación mucho más compleja al tiempo que disminuye el riesgo de averías y, también, de accidentes ya que mejora la seguridad vial y contribuye a la conducción eficiente. Pero, ¿en qué consiste ese mantenimiento preventivo del vehículo? ¿Cómo se hace? ¿Qué hay que tener en cuenta?

Hay 7 elementos fundamentales:

  • Los neumáticos. Es uno de los elementos más importantes ya que une al coche con la calzada y eso provoca un mayor desgaste. En este caso, es recomendable revisar con frecuencia la presión y el desgaste de manera mensual. Habrá que cambiarlos cuando la banda de rodadura no supere los 1,6 mm.
  • El aceite. Por orden de importancia, el aceite podría situarse en primer lugar. Lubrica al motor y suaviza su rozamiento. Para evitar un desgaste prematuro del coche, el cambio de aceite debe hacerse entre los 5.000 y 15.000 km, 20.000 km a lo sumo. Con el paso del tiempo, el aceite se acaba deteriorando.
  • Los filtros. Hay que cambiar el filtro de aceite con la misma frecuencia que el aceite. Tampoco hay que olvidar el del aire que habrá que renovarlo una vez pasados 15.000 km y el de combustible, en los vehículos de gasolina, que conviene revisarlo a los 40.000 y los 80.000 kilómetros.
  • Los líquidos. Es importante revisar el nivel de líquido refrigerante cada año, aproximadamente, y se debe cambiar cada dos años y/o 40.000 km. También el líquido de frenos es importante reemplazarlo cada dos años, al menos, ya que la capacidad de frenado del vehículo se reduce considerablemente por el descenso del nivel.
  • Los amortiguadores. También forman parte del conjunto fundamental para una buena seguridad. Por eso, es importante hacer una revisión alrededor de los 30.000 km y cambiarlos cuando el coche alcance los 60.000 km. Si se dejan unos amortiguadores con más de 100.000 km ya no amortiguan y ‘todo el trabajo’ se lo lleva el propio muelle de la suspensión.
  • La correa de distribución. Una rotura de la pieza ocasionaría problemas muy graves e irreversibles en el motor. Es por ello por lo que debe cambiarse en una horquilla de entre 60.000km y 160.000 km o cada 10 años, aproximadamente.
  • Los sistemas de escape y los catalizadores. La Asociación de Talleres de Madrid aconseja una revisión a partir de los 60.000 kilómetros. Contribuyen a reducir las emisiones contaminantes y el ruido de los gases al salir del motor.

Otros elementos del vehículo que contribuyen al funcionamiento óptimo del mismo, como las luces o el aire acondicionado, también han de someterse a una observación continua por parte del conductor y a las revisiones periódicas de mantenimiento, siempre con el fin de garantizar la seguridad vial y la conducción eficiente y evitar posibles incidentes durante el trayecto.