30 años de la primera victoria de 'Aspar'
Aspar Team / telecinco.es
25/06/201413:26 h.Esta temporada se cumplen 30 años desde que Jorge Martínez ‘Aspar’ sellara su primera victoria del Campeonato del Mundo, aquel 30 de junio de 1984, en la ‘Catedral’ del motociclismo mundial, el circuito de Assen. La primera victoria de 37 en toda su carrera, el preludio de cuatro coronas mundiales como piloto, y también la primera vez que si impondría en los Países Bajos, el escenario que más veces le vio subir al cajón más alto del podio en su carrera, para sumar un total de cinco (1984, 1986 y 1987 en 80cc y 1988 en 80cc y 125cc).
Ya en el 82 ‘Aspar’, que compitió por primera vez con una Bultaco de 50cc, comprobó que Assen era fiel a su leyenda. Un trazado de algo más de siete kilómetros que transcurría por carreteras comarcales, cerradas para la ocasión. “El circuito antiguo me encantaba, tenías que hilar muy bien las trazadas, anticipar unas curvas y sacrificar otras, había que ser muy fino, por eso se me daba tan bien. Con los años ha sufrido muchas remodelaciones, aunque la pista de ahora no me gusta, el gran premio sigue teniendo el mismo encanto”.
Nada tuvo que ver su segunda aventura en la pista holandesa con la primera. En 1984 le cayó la losa de ser el único abanderado de Derbi, tras el nefasto accidente de Ricardo Tormo. Se vio joven, inexperto y solo ante el peligro, con la responsabilidad de una marca ganadora sobre sus hombros. "La temporada 1984 fue de las más importantes y a la vez más difíciles de mi carrera. Todo era nuevo para mí, la categoría, la moto… En Derbi eran cien por cien ganadores cosa que asumí sin rechistar porque yo era igual, pero a la vez supuso una presión enorme. Por suerte en aquella época tenía una capacidad de concentración y determinación increíbles. En mi mente sólo existía el deseo de competir y ganar”.
Ser una fábrica referencia en las categorías pequeñas no valía, aquella Derbi de 80cc llegaba con alguna incógnita a Assen. De tan nueva y vanguardista sus cilindros presentaban problemas de fiabilidad, gripaban fácilmente, eran auténticas obras de artesanía. “No teníamos datos, la moto era nueva, iba como un tiro pero también se estropeaba con facilidad”. En cualquier caso, ‘Aspar’ se clasificó en primera fila de la parrilla. “Hay un momento en tu carrera que te sientes capaz de ganar, pero hay que demostrarlo. Una vez lo consigues te das cuentas de que sirves para ser un piloto ganador, que puedes ser el mejor y plantearte grandes retos”.
Waibel, Dörflinger, McConnachie, Spaan y ‘Aspar’… Fueron varios los pilotos que lucharon por la victoria a lo largo de aquella carrera, pero al final se quedaron solos Hans Spaan y él. Última vuelta, última curva, gloria u olvido… Tras varios toques ‘Aspar’ prefirió rebasarlo en la chicane previa a la meta para reírse de la presión que el espíritu ganador de Derbi ejercía sobre sus hombros. Competir y ganar, aquel 30 de junio de 1984 empezó a hacerse grande la historia de uno de los más grandes.
Los holandeses eran diferentes hasta para la entrega de trofeos, que no era sobre el podio, sino en el teatro de Assen, en una ceremonia de entrega digna de la ocasión. Allí compartieron escenario Randy Mamola (500cc), Carlos Lavado (250cc), Ángel Nieto (125cc) y Jorge Martínez ‘Aspar’ (80cc). Todos los vencedores de aquel día. Jolgorio, aplausos, y una frase lapidaria del 12+1 “por muchas victorias que consigas, la primera siempre será distinta, nunca la olvidarás”.