Rafa está acostumbrado a ganar torneos y ya es costumbre que el tenista muerda las copas que gana como señal de triunfo. El de Manacor le ha explicado a Bertín Osborne cuándo comenzó la costumbre que ya se ha vuelto necesaria en cada celebración:
"Te voy a ser totalmente sincero, lo que ocurre es que lo hice por primera vez cuando gané Montecarlo en 2005, supongo que a los periodistas les gustó y desde entonces siempre me lo piden".
Rafa Nadal muerde los trofeos, pero en cuanto a la alimentación sí que es cierto que no se lleva de todo a la boca. El mallorquín ha contado que no acostumbra a comer carne porque "le cuesta tragársela" y que tampoco disfruta especialmente del queso o de la típica sobrasada mallorquina: "No me gusta mucho, yo soy más de mar".