¿Todo lo que le pasa a María Pombo lo sube a las redes? La respuesta es no. La influencer cuenta que, a pesar de lo que pueda parecer, no comparte el 100% de su día a día y, al hilo de esto, habla de los quince días en los que estuvo inactiva en Instagram porque le diagnosticaron esclerosis múltiple: “Hay muchas cosas detrás de una familia, yo elijo contar lo bueno”.
Aunque, sí que es verdad que, en esta ocasión, María quiso compartir con sus seguidores su enfermedad que también padece su madre: “No escribí nada en quince días del shock, estaba en brote. No tiene cura, pero tiene tratamiento. El brote consistía en que empecé a sentir cosquillas por el pie pero, al día veinte, ya se subió al costado”.
“Este brote fue desagradable, es la enfermedad de las mil caras, te puede dar en un ojo y dejarte sin visión unos días, te puede afectar al habla… Tuve suerte y me dio con hormigueos. Fue cuando empezamos a pasear tras el confinamiento. Cuando me subió al costado, llamé a mi tía Blanca, ya asustada y con la voz rota”.
La tía Blanca le colgó, pero al poco la llamó su hermana para decirle que estaba de camino, que la recogía en seguida, “y yo ahí me cagué, estábamos en plena pandemia y me dije ‘cómo tengo que estar para que vengan a por mí para llevarme al hospital y que me llevara algo para que durmiera en el hospital. Le pedí a Dios que no fuera nada”.
Allí, le hicieron las pruebas pertinentes y, mientras esperaba que le confirmaran qué era lo que padecía, se mantuvo ausente de las redes sociales. Cabe destacar que, durante ese tiempo, ella acababa de descubrir que estaba embarazada y temió mucho por su bebé. Cuando le dieron los resultados se derrumbó: “Odio decir esto pero respiré, porque es una enfermedad que conozco por mi madre”.
Acostumbrados a tener noticias de ella a diario, sus seguidores comenzaron a preocuparse y a preguntar a qué se debía la ausencia de María en redes: “Yo no sabía si lo quería contar o no. No sabía qué excusa poner, creí que era mejor dar la información. Hice un vídeo y lo expliqué. Estaba acojonada y dejé el móvil, no quería ver las reacciones. Estaba triste. Pero luego vi que eran mensaje de abrazo, fue de lo mejor que me ha dado las redes sociales, el apoyo que me dieron”.
Pero es algo de lo que María no quiere hablar mucho en redes porque hay marcas que lo rechazan y porque “hay gente muy mala que me dice que no tengo esclerosis múltiple porque estoy bebiendo, o de fiesta, o tomando el sol, o qué haces en el gimnasio… te hacen sentir que te define una enfermedad y a mí no me define. Yo hago mi vida normal hasta que no pueda hacerla”.