Para comenzar, Paz Padilla nos ha hablado de su infancia, rodeada de seis hermanos y con una madre que siempre estaba de buen humor. Como muchas familias de la época, los ‘Padilla’ pasaron severas dificultades económicas ; tanto, que su madre le pedía al panadero el pan duro que sobraba del día y se llevaba los cartones con huevos rotos del marcado. “Ahora yo veo como vivo y me siento una privilegiada”, le ha dicho a Bertín, mientras hablaban en su enorme jardín.