Hace años Jesús Calleja decidió salvar la vida de Ganesh, su guía en Nepal, convirtiéndole en su hijo adoptivo. En su llegada a España el choque cultural fue tal que Ganesh desarrolló unos miedos nunca antes vividos. Ahora, entre risas, recuerda cómo tenía que parar el coche cada media hora para tranquilizarse, infusión en mano.