Cuando Pastora Soler se quedó sin voz en su concierto de Málaga, fue su marido el que salió al escenario para a anunciar que se suspendía porque no veía bien a su mujer. Él mismo le ha dicho a Bertín que la tensión de Pastora como artista también se notó dentro de su casa. “Yo veía que ella se perdía”, ha contado, pero ahora los dos son muy felices en pareja con su hija de dos años, Estrella.