Nacho Guerreros quería ser actor se fue a Madrid para cumplir su sueño. Sin embargo, hasta que consiguió ganarse un nombre dentro de la profesión se ganó la vida trabajando con personas discapacitadas. Reconoce orgulloso qué aprendió muchas cosas pero le quedó un miedo terrible a conducir porque la mayoría de las personas con las que trabajó se habían quedado tetrapléjicas por un accidente de coche.