Paciente, cómplice, consejero, bromista, vital y un amante de los refranes. Así era Manolo, el personaje que interpretó Pedro Peña durante cuatro años en ‘Médico de familia’ y con el que siempre será identificado. Recuperamos su primera intervención en el debut de la serie y su primera escena con Emilio Aragón: padre e hijo trabajando mano a mano en la mudanza a la nueva casa familiar. El buen humor y ese timbre que confundía la seriedad con la sorna, formaban parte del carácter de Don Manolo Martín.
Manolo y Juani, un dúo bien avenido
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Elegante hasta con la bata puesta, Manolo era un asiduo de la cocina y, sobre todo, de la nevera. Como buen jubilado, tenía una cómica y empática relación con la asistenta (Luisa Martín), que decía de él que era “El don Juan del Imserso”. Anciano sí, pero con gusto por la buena comida y el tradicional vaso de leche antes de irse a la cama.
Manolo y Matías: lo que el mus ha unido que no lo separe el hombre
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A la vida de Manolo Martín le hacía falta un Matías y viceversa. Recordamos el momento en el que se conocieron estos dos míticos personajes de la serie: en el centro de Salud Ballesol, cuando Matías comentaba con ojos tristes que sus hijos le iban a meter en un asilo porque no tenía a nadie cercano que se preocupara un poco de él. La amistad entre los dos abuelos surgió en seguida y el vino y unas partiditas de mus, hicieron el resto.
La expresión favorita de don Manolo: “¡Chechu!”
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Don Manolo, el personaje de Pedro Peña, no hubiese sido lo mismo sin su grito de guerra: “¡Chechu!”, un vocativo que se hizo famoso por la gracia y el cariño con el que el abuelo de ‘Médico de familia’ se dirigía a su travieso nieto, que le sacaba las pesetas a besos.