Óscar estaba cansado de la amistad de su hijo con Simón. Y como venganza, robó medicación del hospital y dijo que la tenía y la vendía el celador. Acto seguido, le metieron en la cárcel siendo inocente.
Simón sabe que Óscar no es trigo limpio, tiene algo oculto. Pero el padre de Iván no entiende por qué no se ha chivado a la jueza y no le ha dicho que fue él el que le puso la droga. "Tranquilo Robocop, tu reputación está a salvo", le ha dicho.
Además no lo ha hecho porque es algo entre él y el policía. Ahora solo quiere estar con Iván, Simón es uno de sus mejores amigos en el hospital.