Una estrofa le ha bastado a Antonio, de siete años, para conseguir que los tres coaches se hayan dado la vuelta a la vez. Asombrados y en pie, han disfrutado del arte de este pequeño que llega desde Puertollano acompañado de toda su familia. Con un gran desparpajo y con el brazo en alto, ha disfrutado de la ovación que le regalaba el público entre ‘olés’.