La seguridad de Camila no ha tardado en hacerse notar sobre el escenario. Con una entonación casi perfecta y una pose digna de un artista consolidado, con más de 300 conciertos a sus espaldas, esta joven artista ha conseguido encandilar a los tres coaches, que rápidamente se han lanzado sobre el pulsador de su sillón para tratar de llevarse su voz.