Con Tania, el cantante ha demostrado ser un gran fisonomista 'a ciegas'. A Ruimán la imagen no le dice mucho, pero sí el sonido y, muy especialmente la música: “Yo nací para la música y ella estaba para mí”. Feliz de haber sido elegido por Melendi, este cantante de voz aterciopelada asegura: “Tenemos mucho en común, porque es un ‘navegador’ de la calle y yo en mis composiciones hablo mucho de la calle, aunque me hubiera dado igual cualquiera, porque son todos unos pedazo de artistas”.