Tras la detención de Paula García, la nieta de McMahón se somete a un interrogatorio del ministerio Fiscal junto a la testigo que la reconoció como autora del asesinato del embajador ruso y todo apunta a que va a ser trasladada a un centro de menores. Sin embargo, una llamada de Enrique McMahón a la fiscal hace que Paula salga en libertad sin cargos al considerar que se trató de un homicidio en defensa propia.