Tras una fuerte discusión y que Andrea le reprochara a Costa que fuera a utilizar el hijo de hombre de Fonseca para chantajearle, Costa decide hacer caso a su “Pepito Grillo” particular y dejar en paz al matón. Andrea no lo sabía y la situación entre ellas estaba muy tensa, pero antes de que la psicóloga se fuera a casa, Costa le cuenta lo sucedido y hacen las paces. Lo que la policía no podía imaginar es que unos minutos después, el hombre de Fonseca iba a atropellar de forma premeditada a su novia.

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