En un momento en el que la sostenibilidad está entre las mayores preocupaciones de la humanidad, es muy importante saber qué es lo que cada uno de nosotros puede hacer por reducir la huella de impacto ambiental, y una de las claves está en nuestra ropa.
Sondea.com ha realizado un estudio para AEG en el que se analizan los hábitos de consumo de prendas de los habitantes de nuestro país, sacando algunos datos que deberían hacernos reflexionar.
Los encuestados (1.018 personas) tuvieron que responder a ciertas preguntas, pero antes de desvelar los resultados, nos gustaría saber qué habrías contestado tú, porque seguro que te hará leer sus respuestas y conclusiones con otros ojos, y aprender más sobre tus propios hábitos de consumo de ropa.
Y ahora, compara tus resultados con los del estudio:
¿Te sientes identificado con las respuestas de la mayoría? Después de leer esto, deberíamos preguntarnos: ¿Para qué compramos tanta ropa que no usamos? La industria textil es la segunda más contaminante del planeta, responsable del 20% de las sustancias tóxicas que se vierten al agua, y eso engloba tanto a su fabricación como al cuidado y lavado de las prendas. Da qué pensar, ¿verdad?
¿Por qué consumimos tantas prendas? Una de las razones es nuestra necesidad de renovar nuestros estilismos y seguir las modas, pero también cuenta el cuidado de nuestra ropa. Cuando se nos estropea una prenda, a menudo nos deshacemos de ella o dejamos de usarla, ya sea porque se rompe o porque pierde color. Por eso es tan importante elegir una lavadora que cuide nuestra ropa. Además, el lavado de ropa en nuestros hogares representa la cuarta parte de la huella de carbono total que deja la industria textil. Por estas dos importantes razones, en AEG. La marca trabaja constantemente por minimizar el impacto a través del desarrollo de tecnologías que garanticen una mayor eficiencia energética para reducir el gasto de agua.
El lavado de ropa en los hogares representa la cuarta parte de la huella de carbono total de las prendas. En AEG trabajan para minimizar ese impacto desarrollando tecnologías con mayor eficiencia energética que ayudan a que la ropa dure más tiempo y el gasto de energía sea menor. De esta forma, los colores duran más tiempo, ahorras tiempo de planchado y se diseñan programas de lavado que están pensados para cuidar cada tipo de ropa con el mayor mimo posible. Para que el negro siga siendo negro, lavado tras lavado, el blanco no se apague y el rojo siga conservando su color.
Este estudio también se ha realizado en Suecia, Italia, Francia y Polonia, consiguiendo unos resultados similares, aunque cambiando algunos matices, pero nada demasiado resaltable, pero seguimos sacando una conclusión: los ciudadanos somos responsables de nuestra forma de comprar y del cuidado del medio ambiente. También tenemos que hacer un ejercicio de formación y esforzarnos más por conocer el tipo de material del que están fabricados nuestras prendas. De esta forma, podremos separar las distintas prendas por composición y elegir un programa de lavado que sea perfecto para mantenerlas como nuevas. Así, nuestra ropa durará más tiempo, y no tendremos que deshacernos tan pronto de nuestra camiseta favorita. ¿Te apuntas a cambiar estas rutinas?