Carmen, vestida de blanco de arriba abajo, llegaba a la habitación de Terelu en busca de una barra de labios cuando ¡sorpresa! Al abrir la puerta se dieron cuenta que iban vestidas iguales. Si una dice que es cabezota, la otra dice que lo es más, así que ninguna quería dar su brazo a torcer y cambiarse. En este plan solo quedaba una solución, jugárselo a pares o nones…