Si hay algo que molesta muchísimo a María Teresa Campos es la impuntualidad y resulta que sus hijas son un tanto impuntuales. Por ello, era previsible que cuando Carmen y Terelu llegaron tarde a la cita para comer que tenían con su madre y Edmundo, María Teresa estuviera con cara de muy pocos amigos. ¿El problema? Que a sus hijas les molestó muchísimo y aseguraron que estaban dispuestas a guerrear…