Después de aparecer en plató con su nueva imagen y escuchar la opinión de sus compañeros, Carmen Borrego, que no se había visto desde la operación (14 días), se ponía delante del espejo por primera vez. “¡Madre mía! Es cierto que ahora me parezco más a mi hija. Estoy temblando. Sabía que iba a cambiar pero no sabía que iba a cambiar tanto. Yo me veo muy bien. Es impresionante”, decía Carmen sin poder contener las lágrimas.