Menchu y Fermín tienen miedo de que les pase algo a sus hijas, por eso les meten en la cabeza que no salgan con los chicos con los que ligan a través de una app. Y si lo hacen que se lleven artilugios antivioladores, como un spray de pimienta.
Les agobian tanto que acaban emparanoiadas, y se creen que todos los hombres las quieren hacer algo. Así que acaban saliendo juntas y con los chicos con los que quedan, algo que a ellos no les hace mucha gracia.
Hasta que conocen a un hombre en la app que quiere quedar con las dos. Yoli y Lola no se lo piensan dos veces y se van juntas a su casa. Es un hombre muy atractivo, con dinero pero que esconde algo.
Cuando llegan al chalé empiezan a tener miedo de él porque ven cosas muy raras... como armas, katanas...