Antonio se emocionó como nunca al escuchar tocar el piano a Bruno en su casa. Y tras este pase exclusivo, el pescadero volvió otra vez con Berta y Nines. Esto llegó a oídos de los vecinos y todos se metieron en el 1ºB para disfrutar del concierto del pianista loco. La música tiene un gran poder, consigue amansar a las fieras... y durante unos minutos el buen rollo llegó a Montepinar.