Los cuquitos no paran quietos en el bajo. Maite necesita reposo tras el accidente en la piscina pero los niños la están volviendo loca. Nano y Rodri solo saben jugar a la consola mientras que Pollete le ha cogido mucho cariño a un juguete, un avión teledirigido. El pequeño es capaz de moverlo con la mente.