Amador está encantado de vivir en la caravana de Coque, ahora tiene una casa, "despierto en la roulote y siempre voy palote". Los Cuquis están a punto de recibir la visita de la asistente social y están intentando dejarla impoluta para que les devuelva a los niños. Pero a Patricia le parece un poco pequeña la nueva casa y, por si fuera poco, Amador no deja de tirarle los trastos.