Agus está cansado de que Amador no le page el alquiler y le comenta que tiene una alternativa para él. Le puede dejar a muy buen precio el trastero. El Cuqui no sabe si aceptar esta jugosa propuesta: "¿Cómo voy a vivir en un trastero si ya he vivido en una plaza de garaje? Esto es ir para atrás”, le comenta afectado a Agus. Pero lo puede dejar muy bonito, hay un radiador, un colchón de playa, su colección de Mortadelos, además la luz la plaga la comunidad. Si son todo ventajas.
Muy pronto va a descubrir que no está solo, hay más gente viviendo en los trasteros. Ahí también están Alba y su novio y Ongombo. La hija del Recio está ahí porque ya no aguanta más a su padre y el conserje está ahí desde que Doña Fina se lo empezó a alquilar. “¿Y vives aquí con todos esos gatos muertos?”, le pregunta Amador a Ongombo al ver su minipisito, no le importa porque le recuerda a África.
No si al final no se va a estar tan mal en este submundo. ¡Hay mucho ambientillo! Amador va a tener que asimilar su nueva situación con una caña… Ongombo también le va a acompañar.