Recio quiere vender su alma al diablo: "Ahora voy a ser discípulo de Satán"
El Recio piensa que el responsable de todos sus males es Dios
El pescadero participa en un ritual satánico
Recio está cansada de que solo le pasen desgracias, él es una buena persona y una gran cristiano, pero todo le sale mal. "Dios me odia", les dice a Enrique, Berta y Coque, así que ha tomado una decisión, "reniego de la Iglesia".
La solución no es otra que borrarse de la Iglesia y abrazar a Satán. El mayorista encuentra una ferretería un tanto extraña, en ella hacen rituales satánicos. Allí Recio puede vender su alma al diablo y ser un discípulo de Satán. Lo único que tiene que hacer es participar en un ritual de iniciación donde tiene que sacrificar a un animal.
El animal elegido no va a ser otro que el gato de Fina. Antonio lo secuestra y lo lleva a la ferretería. Pero tras leer la invocación y justo cuando tiene que matar al pobre animal, el Recio se echa para atrás...