Alba y Recio no se llevan nada bien, de hecho cada día se pelean más. Berta ya no sabe qué hacer con los dos. Pero por si fuera poco, la beata le confiesa un pequeño secretillo a su hija. Y es que Antonio podría no ser su padre.
Cuando se casaron, ella tuvo una depresión porque no podía tener hijos, y también hicieron una reforma en el baño. Y Manolo, el de los azulejos fue su amante. Tuvo un pequeño desliz con él. Ahora duda de que él podría ser el padre biológico.
Alba muy emocionada le pide a su madre que se lo presente. Quiere que sea su padre porque Antonio la odia y no quiere que sea su hija. Como cree que no lo es, decide hacerse una prueba de paternidad para salir de dudas y el resultado va a ser claro...